Rafael Merino: El inicio de una carrera inesperada en la Administración de Edificios

De la Banca a la Administración

Rafael Merino nunca planeó convertirse en administrador de edificios. Su trayectoria profesional comenzó en campos diversos como Correos de Chile, Telefónica y el sector bancario. La transición a la administración de edificios fue casi accidental.

En el 2005, un amigo, administrador en San Alfonso del Mar, necesitaba ayuda con una auditoría y Rafael, siendo contador auditor de profesión, no dudó en colaborar.

Este primer contacto con la administración lo llevó a recibir una oferta para gestionar un edificio, lo que aceptó con la condición de poder compaginarlo con su trabajo en el banco. “No tengo todo el tiempo del mundo, pero puedo venir los sábados”, les dijo. Así, comenzó una aventura que poco a poco fue ganando terreno en su vida profesional.

Merino cuenta que tras seis meses administrando su primer edificio, lo llamaron para gestionar el edificio contiguo.

Compromiso y Aprendizaje

Durante los primeros años, Rafael combinó sus responsabilidades bancarias con la administración de edificios, una tarea que crecía a medida que más edificios solicitaban sus servicios. “Estuve mucho tiempo administrando y trabajando en el banco”, recuerda. Pero cuando llegó el momento en que la administración de edificios se volvió más rentable, decidió dedicarse a tiempo completo a esta nueva carrera.

Esta decisión no fue fácil, ya que significaba abandonar la estabilidad del banco. Sin embargo, la pasión y el compromiso de Rafael lo llevaron a obtener un curso de administración, lo que consolidó aún más su conocimiento y habilidades en el área.

El Camino de los Retos

La administración de edificios no es una tarea sencilla. Rafael Merino ha enfrentado numerosos desafíos a lo largo de su carrera. Uno de los principales retos ha sido la gestión de las relaciones humanas dentro de las comunidades que administra. “La convivencia con la gente es un tema”, dice. Los comités pueden variar desde los muy participativos hasta los que no hacen nada, lo que añade una capa de complejidad a su trabajo.

Merino explica que es fundamental que los administradores trabajen sus habilidades blandas, ya que pueden encontrarse continuamente en desafíos de comunicación con el personal, el comité y los residentes.

Innovación y Adaptación

Para superar estos desafíos, Rafael ha adoptado un enfoque innovador y adaptable. Tras unos años trabajando en la administración de edificios, decidió que era momento de contratar un software de gestión.

En ese momento empezó a utilizar Edifito, “para mi, lo principal de un software es que le dé transparencia a la comunidad”,

El compromiso de Rafael con la mejora continua es evidente en su disposición para adaptarse y aprender. “Cuando recién salió la nueva ley, participé en un seminario como expositor”, menciona con orgullo. Su conocimiento profundo de la ley y su capacidad para adaptarse a los cambios legislativos son testimonio de su profesionalismo y dedicación.

La Importancia del Apoyo

Un aspecto clave en la carrera de Rafael ha sido el apoyo de los mayordomos de los edificios que administra. “El mayordomo es la mano derecha de uno”, afirma. Este apoyo es vital para manejar eficientemente las operaciones diarias y garantizar que todo funcione sin problemas.

A pesar de los desafíos, Rafael encuentra satisfacción en su trabajo. Su dedicación y compromiso con la administración de edificios no solo han beneficiado a las comunidades que gestiona, sino que también le han proporcionado una carrera gratificante. Edifito ha sido clave para poder conciliar su vida personal y laboral, solucionando y automatizando funciones que optimizan su tiempo y mejoran la transparencia de su trabajo.

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