“En Chile 6,5 millones de toneladas de basura provienen de los domicilios”
El reciclaje es de suma importancia para un país desarrollado. En el verano de 2016 nos impactamos con la nube tóxica que se instaló en toda la Región Metropolitana, nube que provenía desde el relleno sanitario Santa Marta. Vecinos de comunas como San Bernardo, Buin y La Pintana, denunciaban que el humo les provocaba picazón en ojos, nariz y garganta. Junto con ello, enfatizaban que el hedor era insoportable y pestilente.
Estas emanaciones eran producto de los gases generados por la descomposición de los desechos la combustión y provocó que las autoridades decidieran suspender la actividad del depósito de basura, siendo catalogada como zona de riesgo.
Reciclaje: La realidad en Chile.
En Chile se generan casi 17 millones de toneladas de residuos sólidos al año —de las cuales 6,5 millones son domiciliarios— y sólo el 10% pasa a reciclaje. Nuestro país tiene una de las tasas más altas en materia de desecho en Latinoamérica y una de las más bajas en reciclaje.
Según estudios realizados por el Ministerio de Medio Ambiente, en Chile va a reciclaje cerca de un 5 % de los neumáticos, un 50 % de los aceites y lubricantes, un 7 % de las baterías, un 17 % de los equipos de informática y un 80 % de los papeles y cartones y menos del 2 % de grandes y pequeños electrodomésticos.
Santiago: el tema del reciclaje
Sergio Poblete, Inspector HAZMAT del Cuerpo de Bomberos de Santiago y experto en materiales peligrosos, indica que “a nadie le gusta tener un relleno sanitario, vertedero municipal o un basural clandestino en su comuna y cada vez que se llena un relleno sanitario, surgen las protestas de los vecinos para evitar que la autoridad otorgue los permisos para el funcionamiento de un nuevo centro de acopio de basura. Como ciudadanos podemos reusar, enviar a reciclaje y reducir artículos que han cumplido una vida útil y hacer compostaje domiciliario y, organizados, podemos potenciar un mejor manejo de la basura. Como grupo de personas, comunas y ciudades podemos desarrollar y poner en práctica políticas de manejo de la basura que aplican exitosamente países desarrollados, en los cuales se separa en el punto de origen la basura orgánica de la no orgánica”.
“Estadísticamente, el 55% de la basura que se genera es basura orgánica, y corresponde a los productos alimenticios de origen vegetal y animal. Está basura orgánica se trata separadamente en plantas de compostaje y de esta forma se reduce a la mitad la basura que llega a los rellenos sanitarios, duplicando la vida útil de los mismos. De esta forma, los rellenos sanitarios son más pequeños y no emiten gases efecto invernadero ni son generadores de vectores y después de 60 días se tiene el valor agregado, un fertilizante que vuelve a ser usado en la agricultura”.
La prevención y el reciclaje son, por tanto, los elementos clave de la nueva política de residuos para convertir a Europa en una sociedad eficiente en el uso de los recursos, en un contexto de materias primas cada vez más escasas y caras.
El Inspector HAZMAT, comenta que “en varios países de Europa, en particular en Alemania, se separa la basura, existiendo las plantas de compostaje y los rellenos sanitarios, estos últimos más pequeños y más amigables con el medio ambiente. Pero más que experiencias externas, debemos aplaudir y potenciar y copiar ejemplos locales que son avances interesantes en el manejo de la basura, como los que lleva a cabo Villarrica, La Pintana, Santiago Centro, tales como la prohibición del uso de bolsas plásticas en el comercio, el subsidio del comercio para que entregue bolsas compostables en vez de bolsas plásticas(algunas demoran hasta 200 años en degradarse), la ley que determina responsabilidad del productor de hacerse cargo del embalaje de los productos y varios otros ejemplos. Pero tenemos espacio para crecer, y bastante, en el manejo de la basura.
En nuestro país las políticas de acopio y reciclaje no están organizadas y cada comuna tiene su propia planificación en relación a este tema. El año pasado, Claudio Orrego, el Intendente de la Región Metropolitana, expresaba a los medios que “nuestra meta es duplicar y triplicar el nivel de reciclaje de Santiago, pero para eso, hay nivel de conciencia que demandamos de los ciudadanos”. Lo cierto es que hoy, una sola persona acumula en promedio un kilo de basura al día, y esto es un gran problema.
Sergio Poblete que es inspector HAZMAT y químico de profesión, señala que las políticas para trabajar la disminución de los vertederos “están atrasadas en el manejo de la basura, y que esto afecta significativamente la calidad de vida del entorno y nuestras autoridades políticas, y todos nosotros no hemos sido ni somos visionarios en este tema para el futuro de nuestros familiares y conciudadanos. Probablemente también hay intereses creados ocultos que mantienen este retraso en la aplicación del estado del arte del manejo de la basura. Actualmente estamos siendo abofeteados en la cara con acciones reñidas con la moral y el servicio público que también pueden estar detrás de lo poco que hay en el tema del tratamiento de la basura”.
Se recomienda, para disminuir los residuos urbanos que van a los vertederos, aplicar las 3R:
- Reduciendo en los fabricados, los residuos que no se pueden enviar a reciclaje o reutilizar. Por ejemplo, las botellas se pueden fabricar en vez de plástico de cristal.
- Reciclaje de residuos al transformarlos en otro producto que se les pueda dar otra aplicación. Por ejemplo, del aceite vegetal usado, se puede hacer jabón.
- Reutilizando el residuo, para el mismo fin una o varias veces. Por ejemplo, los cartuchos de tinta de las impresoras.
De esta forma, Sergio Poblete nos aconseja empezar a separar la basura y almacenarla separadamente para que sea retirada separadamente; contactar a las diferentes empresas recolectoras existentes y a los emprendedores privados de proyectos ecológicos; dotar las Universidades con investigadores y docentes en estas áreas e informarnos y buscar alternativas para reutilizar y destinar al reciclaje productos.