Respeto a las normas del Reglamento de Copropiedad: cada condominio tiene su reglamento de copropiedad, en base a sus necesidades, que como copropietario es obligatorio conocer.

Cumplimiento de horarios: respetar los horarios de descanso, evita molestias entre vecinos y favorece la convivencia.

Uso adecuado de espacios comunes: los espacios compartidos deben ser cuidados por todos. Usarlos de manera responsable ayuda a evitar conflictos y daños.

Participación Activa: asistir a reuniones y asambleas, así como participar en decisiones clave, fortalece el sentido de comunidad y facilita la resolución de problemas.

Comunicación respetuosa: expresar inquietudes o problemas de forma clara y respetuosa fomenta soluciones constructivas y evita malentendidos.

Tolerancia y respeto: aceptar y respetar las diferencias entre vecinos es esencial para una convivencia pacífica.

Cuidado de las mascotas: los dueños de mascotas deben cumplir con las normas internas, como recoger los desechos y evitar molestias a los vecinos.

Dialogar y llegar a acuerdos: Frente a un conflicto, el diálogo siempre debe ser la primera opción.

Establecer normas claras: Las reglas de convivencia deben ser conocidas y respetadas por todos.

Cuidar los espacios comunes: Mantenerlos limpios y ordenados es responsabilidad de cada residente. .