- Para muchos, el pago de gastos comunes es una suma mensual asumida y que se paga con responsabilidad. Pero para otros, se transforman en un verdadero fantasma, que se aparece una vez al mes. Y la “pesadilla” puede ser aún peor cuando se junta más de un mes de morosidad, lo que puede traer como consecuencia desde el corte de energía eléctrica hasta el cobro judicial y orden de embargo.
- Elaboramos un estudio para analizar esta morosidad, sobre todo los últimos meses del 2019, puesto que –tras el estallido social- la economía de muchas familias se vio afectada. Además, indagó en las razones más comunes que se esgrimen a la hora de explicar los retrasos.
El estallido social vivido en nuestro país a mediados de octubre ha tenido variadas consecuencias. Entre ellas, que un sector de la población ha tenido que hacer malabares para seguir cumpliendo con sus obligaciones económicas, en vista que hubo muchas empresas y servicios que tuvieron que cerrar temporalmente.
Por lo mismo, realizamos un estudio para analizar el comportamiento de los habitantes de estos inmuebles en términos de pago de gastos comunes, para analizar si efectivamente la morosidad aumentó, se estancó o disminuyó en el último trimestre del año 2019.
“El presente estudio se realizó basado en el uso del sistema de Edifito.com y su nuevo módulo de Apoyo a la Cobranza. Este módulo permite el envío de notificaciones de recordatorio en forma automática, apoyando la gestión de cobranza del administrador. Y según observamos, ayuda a disminuir la morosidad de los edificios de una forma muy fácil y efectiva”, explicó nuestro gerente de Tecnología, Guillermo Márquez.
Cabe recordar que los GASTOS COMUNES en Chile, según pudimos analizar, han aumentado bastante su valor en los últimos 10 años. En efecto, los resultados arrojaron un incremento del 39% en los valores de los gastos comunes a nivel país entre el 2008 y 2017, con un 3,9% anual, donde los ítemes de salarios, proveedores y seguros han sido los que más han influido en esta alza.
LOS RESULTADOS
Es importante destacar que el estudio analizó el comportamiento de pago en el último trimestre del 2019, para ver si efectivamente el estallido social afectó o no. En este sentido, en el Norte Grande, se registró una morosidad del 25,6%, presentando un alza del 2,1%. Por su parte, en el Norte Chile, la morosidad en los meses de octubre, noviembre y diciembre fue de 31,4%, registrando un aumento de 1,2%. “Esto significa que en esta zona del país, el estallido social no afectó casi nada el pago de los Gastos Comunes”, explica Guillermo.
En cuanto a la zona central de Chile, sin contar la región metropolitana, ésta tuvo una morosidad de 29%, registrando un alza de 1,5%. En este caso, sucede lo mismo que con el norte chico, es decir, no tuvo mayores implicancias. Para el sur, la morosidad fue de 28,8%, teniendo un aumento de 2,5%.
No sucede lo mismo con Santiago. En este caso, la región metropolitana registró la mayor alza en la morosidad, llegando al 5%. “Se ve que -si bien hay un porcentaje importante en la morosidad en ese periodo- parte de la población que no pertenece a Santiago sigue cumpliendo con sus responsabilidades, lo cual permite seguir operando adecuadamente el edificio”, explica Márquez.
Razones más comunes
En palabras generales, el estudio realizado muestra que a nivel nacional, se observa un aumento en un 3,5% respecto del mes anterior (septiembre), siendo la región metropolitana la que tuvo el aumento más significativo. Pese a esto, las razones que más han escuchado distintos administradores, que explican los retrasos, no son necesariamente razones relacionadas al estallido social.
Por ejemplo, William Acuña, administrador de Edifito.com que administra edificios y condominios en Las Condes, Vitacura y Providencia, cuenta que “las razones más comunes que nos cuentan es que se olvidaron; que se quedaron sin trabajo; o que no les ha ido bien en los negocios”. Esto podría explicarse por la crisis social vivida en los últimos meses, “pero quienes se atrasan no entran en detalles, aunque podría suponerse”.
Para Guillermo Márquez, hay una razón que es del todo fundamental: la poca claridad de la información de los Gastos Comunes. Pero también hay más. “Existen situaciones personales que impiden cumplir con las obligaciones, además de un desconocimiento de los montos a pagar (segunda vivienda o vivienda en arriendo), el difícil acceso a facturas y boletas que respalden los montos invertidos y falta de modalidades de pago, entre otros”.
Darío Ureta, quien también se desempeña como Administrador de Edifito.com en Ñuñoa, Providencia y Las Condes, cuenta que “siempre argumentan desempleo o gastos extraordinarios como enfermedades. En mi caso, sólo una persona ha aludido a la crisis social para explicar su morosidad”.
RECOMENDACIONES: Adiós al fantasma de los Gastos Comunes
Para Guillermo Márquez, mantenerse informado acerca de cómo se invierte el dinero de su comunidad es parte importante de las recomendaciones. “Es ideal que las personas conozcan su estado de cuenta, llevando el registro de los pagos. De esta manera puede estar atento al siguiente pago. Por otro lado, si está en arriendo su propiedad, debe verificar que el arrendatario esté cumpliendo con sus obligaciones. Al final del día, el único responsable de estos pagos es el copropietario, de acuerdo a la ley”.
Otra recomendación de Márquez es planificar el presupuesto. “Los Gastos Comunes son un gasto fijo (como el agua, gas, internet), por lo cual las personas deben incluirlos en su presupuesto como tal, considerando una variable del 15% para imprevistos. Si atraviesa por una situación personal que le impida cumplir con su obligación, se recomienda informar a su administrador y/o comité de administración. De esta forma, pueden programar facilidades de pago y dejar claro su intención de pagar”.
De esta manera, las 3 sugerencias básicas para no tener problemas con estos gastos son:
- Controlar gastos básicos. Es decir, luz, agua, gas, internet y calefacción de forma individual.
- Considerar los gastos comunes como un gasto fijo que debe pagarse siempre.
- Considerar que estos recursos son para un bien del edificio, ya que tiene relación con los espacios comunes y el pago de salarios de las personas que trabajan para que todo funcione a la perfección.
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